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Estructuras básicas

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Existen determinadas formas de contar historias, muchas de ellas utilizadas desde la antigüedad, que han demostrado continuamente su efectividad. El viaje del héroe, la búsqueda de la verdad o la justicia, los enfrentamientos entre el bien y el mal. Esto no quiere decir que necesariamente tengamos que utilizar estos formatos. Siempre es preferible el uso de la imaginación para buscar formas nuevas de contar historias, pero sinceramente, si hay algo escaso y difícil de encontrar es originalidad e imaginación. 

Debemos preguntarnos al iniciar la escritura del guión cuál va a ser el eje vertebrador de la historia, el tren que la empuja, ya que la presencia de un eje narrativo reconocible por el espectador ayudará a mantener su atención. Una falta de eje, de elementos de cohesión, hará que el espectador pierda el interés o no entienda los conceptos, habiendo así fracasado en nuestro fin.  

Estas son algunas de las estructuras argumentales más utilizadas en el género documental:

La búsqueda de un conocimiento o verdad: En este caso lo habitual es establecer en el comienzo del documental un problema, un reto o una misión. El resto del tiempo transcurre intentando dar solución a ese problema mediante una búsqueda en diferentes lugares, personas o fuentes de información. Normalmente una respuesta lleva a otra pregunta y así van enlazando diferentes secuencias hasta llegar a la resolución.
Es interesante dar al espectador pistas de forma que pueda por sí mismo llegar a alguna conclusión, casi que preveer los siguientes pasos, preguntarse por ellos. De esta forma nuestro trabajo es más interactivo y queremos que el espectador piense por sí solo. El remate es cuando todo lleva a una espectativa lógica, a una conclusión que el espectador prevee y le sorprendemos con un final, otra conclusión mucho más interesante e inesperada.
Normalmente este tipo de obras se solucionan muy bien con una voz en off que conduce el programa y nos va llevando de razonamiento en razonamiento. No suele haber un personaje conductor. Si lo hay se puede enmarcar en otro formato que conocemos con “el viaje del héroe”. Pero podemos encontrar mezclas de todo esto, con personaje, con voz en off y con todo junto. No importa si el resultado es coherente.

Expedición o recorrido descriptivo: el documental se basa en un viaje por una determinada zona geográfica describiendo los aspectos que nos interesan. Éstos pueden ser vida salvaje, geología, historia, personajes…
Es un formato ampliamente usando en naturaleza ya que se elege una determina zona natural (una cadena montañosa, un parque natural) y se hace un recorrido por ella.
La forma más eficaz de trabajar este formato es mediante la inclusión de historias cortas en cada parada. Estas pequeñas historias tienen su propia estructura de tres actos y son casi que independientes, sólo unidas al resto porque comparten lugar geográfico. Si nos limitamos a una descripción plana del lugar y lo acompañamos con imágenes de recurso el resultado suele tener poco interés. Una solución para eso es llenar el trabajo de imágenes y música espectacular, es decir, no tienes guión, pero tienes buen material (lo mismo que en ficción cuando tienes una peli mala, pero has metido actores famosos).

Descripción de una especie o fenómeno natural.  Estos son muy comunes en el cine de naturaleza. Hay una descripción del comportamiento y hábitat de alguna especie en concreto (o grupo, o familia), o un fenómeno natural (volcanes, huracanes, materia oscura). Lo mismo que en el caso anterior, si conseguimos meter una buena estructura basada en tres actos o pequeñas historias bien fundadas el trabajo gana interés. Si nos limitamos a dar datos y descripciones del sujeto, la cosa se vuelve aburrida.

Viaje del héroe: la obra se vertebra alrededor de un personaje normalmente con bastante carisma, que a lo largo de un viaje va haciendo descubrimientos y respondiendo a las preguntas que se le plantean. El personaje puede ser un animal, un humano, un elemento de la naturaleza, una ciudad, una montaña; lo que quieras, el caso es que de alguna forma este personaje pueda evolucionar, empezar en unas condiciones y terminar su via,je en otras. Tradicionalmente el viaje del héroe se divide en varios pasos:

  1. Establece el mundo normal en el que vive el personaje antes de que nada pase, por ejemplo Shrek viviendo tranquilamente en su ciénaga.
  2. Al héroe se le presenta un cambio, un problema que tiene que resolver. (Las criaturas de los cuentos invaden la ciénaga de Shrek y tiene que ir al castillo de Farquaad).
  3. El héroe se niega a hacer el cambio.
  4. Encuentro con una personaje sabio, un mentor, que le induce a aceptar el reto. (Shrek conoce al burro).
  5. El héroe entra en un nuevo mundo donde hay retos, aliados, enemigos. (Shrek conoce a los bandidos y llega al castillo a rescatar a Fiona).
  6. Lucha importante entre el héroe y el villano (Shrek frente a Lord Farquaad)
  7. Recompensa. (El ogro consigue a la princesa Fiona)
  8. El héroe vuelve al punto de origen, pero algo ha cambiado, ya no es el mismo, ha mejorado. (Ahora tiene a Fiona)

Recorrido temporal: se describe secuencialmente un proceso  durante un determinado tiempo que normalmente avanza hacia delante. La biografía de un personaje, un año en un determinado lugar, un día en la vida alguien.


Éstas no son las únicas estructuras argumentales, hay más y sobre todo hay mezclas entre ellas. Documentales en los que, por ejemplo, un personaje hace un recorrido temporal, pero también espacial. No es necesario ceñirse en exclusiva a estos formatos, pero su utilización y mezcla pueden asegurarte un buen trasfondo argumental fácil de entender por los espectadores.

Como consejo y sobre todo al principio: elige alguno de estos trenes, de estas líneas argumentales. Funcionan bien, son entendibles por todo el público y te ayudan a colocar la información que quieres contar.

Me gusta utilizar la metáfora del tren. Considera tu argumento, tu spine, tu columna vertebral como un tren. Este tren es el que empuja, el que conduce los vagones desde un principio hasta el final del recorrido. Dentro de cada vagón puedes encontrar historias individuales, particulares, cerrada cada una de ellas, autosostenidas. Todas juntas forman tu tren y todas juntas cuentan una historia.